Sus padres y hermana fueron los primeros que gritaron "¡ siiiii hijo mío ! ¡has despertado! ¡llamen a una enfermera!"...
Sebas no sabía que estaba ocurriendo a su alrededor, no entendía esos gritos, ese entusiasmo...
-Calma, calma por favor....-dijo la enfermera.
-¡¡¡¡¡¡¡¡Sacar a toda esta gente que no paran de gritarme y avasallarme...!!!!!!!!
Las palabras de Sebas conmocionaron a todos los allí presentes, su madre cogió el bolso entre sollozos, su hermana y padre la arropaban con cariño...camino a la puerta, la enfermera junto con dos médicos comenzaron hacerle preguntas a Sebas.
Sebas no reconocía a nadie, ni siquiera las voces. Los médicos tuvieron que dar la fatídica noticia a sus familiares.
-Tienen que ser fuertes, Sebastián ha perdido toda la memoria y no reconoce a nadie, no sabe qué hace en el hospital, no recuerda lo sucedido...-explicaron con normalidad los médicos.
Las lágrimas de los familiares empaparon el ambiente, no fueron capaz de articular palabra.
A día de hoy,y después de diez años del fatal accidente en el que se halló Sebastián, cree que convive con personas que le adoptaron y necesita de toda ayuda para realizar cualquier movimiento o actividad. Sus padres reformaron la casa para que la silla de ruedas pudiese moverse por la casa con facilidad.
Sebastián ha vuelto a sonreír gracias a las numerosas ayudas y muestras de cariño que recibe de sus padres y familiares.
Aprecia todo lo que tienes, día a día da gracias, y disfruta de todo lo que tienes a tu alrededor, porque la vida, puede cambiarte de un momento a otro, sin apenas darte cuenta para asimilarlo.
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