lunes, 7 de mayo de 2012

DESCRIPCIÓN Y DIÁLOGO



·         DESCRIPCIÓN Y DIÁLOGO:
Clara, era una niña que andaba siempre sentada en el mismo parque todos los días. Con su vestido descolorido, sus zapatos rotos y sucios, y una mirada dedicada a todo aquél que pasaba por el parque.
Ella nunca trató de hablar con nadie. Muchas eran las personas que pasaban por su lado, pero nadie la dirigía la palabra. Un día, fui yo misma la que me dirigí al parque y me senté a su lado. Con la misma tristeza de ojos que la hacía peculiar, y esos cabellos enredados que caían sobre su cara, me dispuse a preguntarla:
                -Hola.
-          Hola- dijo la pequeña con una voz muy baja y mirada sorprendida.
Seguimos hablando hasta que los últimos rayos de sol desparecieron. Cuando solo quedábamos nosotras dos y la oscuridad alrededor, me decidí hacerle una pregunta más:
-¿Por qué estás tan triste?
-Porque soy diferente- contestó la pequeña con lágrimas en los ojos.
-Lo eres-respondí yo con una sonrisa.
-Lo sé- dijo ella aún más triste.
-Pequeña, ser diferente no es malo. Tú me recuerdas a un ángel, dulce e inocente.
Ella me miró, sonrió y por primera vez sus ojos brillaron con la luz de la alegría. Despacio, la pequeña se levantó y dijo:
-¿Es cierto lo que acabas de decir?
-Sí, eres como un pequeño ángel guardián enviado para proteger a todos los que pasan por aquí- respondí.
Clara movió su cabeza afirmativamente y sonrió. Ante mis ojos algo maravilloso ocurrió. Dos hermosas alas salieron de su espalda. Me miró sonriente y me dijo.
-Yo soy tu ángel guardián. Por primera vez pensaste en alguien más. Mi misión está cumplida. Nadie ha podido ayudarme nunca porque tú eres la única persona que podía verme.
Y ante mis ojos desapareció. Después de ese encuentro mi vida cambió drásticamente. Cuando pienses que solo te tienes a ti mismo, recuerda que tu ángel guardián está siempre pendiente de ti.

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